Te sostendré como si este fuera el
último día de tu existencia. Que estos sagrados momentos fueran presenciados
por las estrellas de arriba. Que nuestra pasión superara a las expectativas de
los universos.
El precioso regalo de la vida no les
fue dado a los débiles de corazón. Te envolveré en mi oscura y deliciosa
locura. Con mi guante de terciopelo y susurros del amor más profundo. Te diré
que eres única y solamente una. Porque tienes la llave de ese constante azote,
te dejaré tele transportarte a través de las
galaxias para estar conmigo. Para compartir mi último y perverso suspiro y que
nos permita colisionar en un boom supersónico. Viendo cómo la tierra se deshace
de nuestro interminable deseo.
Eso suena... a una Petit Mort...de ambos...
ResponderEliminarQue así le llegue este fin de semana.
Saludos.