lunes, 31 de julio de 2017

Su primer encuentro. Parte II

Cuando ella retornó a la posición de rodillas, su energía pareció cambiar. La calma se apoderaba de él, pero su esencia radiaba poder puro. Sus pezones se endurecieron y su vagina se abrumaba por la humedad que solamente procedía de su rendición total. Él la ignoraba por completo y ella se quedó un poco confusa. Permanecía quieta con las palmas de sus manos sobre sus muslos. Sus ojos mirando hacia el suelo, y lo miraba fugazmente para comprobar su naturaleza en general.

“Mantén tus ojos sobre mí, por favor,” la dijo, sin siquiera levantar la vista del artículo que estaba leyendo. Ella permanecía en silencio, pero hizo lo que le había mandado.

Haciendo una breve pausa, la dijo: “Está claro que necesitas que te lo digan, que cuando te hable, respondas reconociendo que recibiste mi palabra, y luego, “Señor” como tratamiento.”

Ella balbuceó un “Sí, Señor” y casi empezó a hablar cuando, de repente, él interrumpió bruscamente sus palabras y dijo: “Solo necesitas hablar cuando yo te hable, ¿lo entiendes?” y con esto, ella empezó a comprender la gravedad de su nueva realidad.

Ahora, sabía que podía irse en cualquier momento, o eso pensaba y no estaba segura, y no estaba segura de que estuviera consiguiendo lo que ella quería, ni incluso, estaba segura de qué iba esto. Él percibió su frustración y un tic suave se dibujó en la comisura de sus labios. Parecía contento al comprobar que ella estaba prestando mucha atención y se sentía incómoda e insegura.

“Por favor, sé una buena puta y tráeme un vaso de whisky del bar. Con un cubito de hielo, por favor.” Aliviada de que finalmente se rompiera ese silencio impenetrable, ella se levantó de inmediato.

“¡Puta! ¿Qué piensas que estás haciendo?”

“Señor, le voy a preparar una bebida.”

“Oh, no, no, no, zorra, de rodillas.” “Las sumisas de servicio están en esta casa de rodillas. Además,” gritó, “yo me tomaría con amabilidad revisar tu forma de arrastrarte hacia mi bar. Mi casa, mi culo, ¿entiendes?”

“Sí, señor,” ella dijo, preguntándose por qué había aceptado esta fantasía tan tonta.

Y, sin previo aviso, él se puso a su lado mientras estaba a cuatro patas. Cogió un puñado de su pelo. Era como si leyera su mente y sintiera su disparidad y se acercara mucho a su rostro. “Estás aquí para servirme.” Con eso, él palpó su coño con la otra mano. Dejó que su dedo se deslizara por sus labios y con su humedad, le introdujo su dedo, sorprendiéndola con un buen empuje a través de su cuerpo, y provocándole una penetración molesta y placentera. Ella inclinó su cabeza hacia atrás, gimió y se deleitó con su disfrute. Ella era como una masilla para él y éste lo sabía. Iba a seguir sirviéndole mucho más.

Él la vió entregarse a su breve placer, cogió un puñado de pelo más suave y tiró de su cabeza hacia atrás, para besar su cuello y su hombro. “Ahora, mi pequeña ramera, cuando vuelvas con mi bebida, podrás ponerte de pie.”

“Gracias, señor,” respondió.

“Ahora, de inmediato, de rodillas.”

 “Sí, señor” y ella volvió a gatear, con su coño goteando y dirigiéndose hacia el bar despacio, como una gatita, sabiéndose totalmente húmeda, porque ella estaba allí.

¿La hora? 5:30.

5 comentarios:

  1. Llevamos esperando desde las 5.30 de ayer...la bebida ya se habrá aguado, Sr. Ben Alí...:)

    Anacoreta

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    1. Te mando por Seur un cubilte con más hielo y otra botella de lo mismo que estás bebiendo..

      Espero que lo disfrutes.

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  2. Es verdad. Aún debemos esperar la reunión de las 8 pm... Cin

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  3. El primer encuentro, el más difícil y en el que ella va a descubrir su verdadera naturaleza como sumisa.
    Quizás una de las virtudes que más admiro de un Dominante, su capacidad para no alterarse ante los fallos comunes en una primera sesión, paciencia y dedicación, siempre sin salirse de la línea de firmeza por parte de el y la confianza y temple de la sumisa para lo que va recibir y ofrecer.

    Sigo en la lectura de sus entradas de principios, pero no dejo comentario ya que al ser tan anteriores no sé si será oportuno...

    Se a planteado el escribir un libro? yo lo animaría a que lo hiciera, creo tiene Don para ello y suficientes conocimientos para poder llevar a cabo un proyecto así.

    Saludos.

    Brisa.

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    1. Tus comentarios siempre serán recibidos y agradecidos y pueden enriquecer también a otras personas que leen mis escritos.

      Algunas veces he tenido arrebatos por escribir un libro sobre la D/s, pero hoy por hoy, me da pereza.

      Gracias por tu apoyo.

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