Una vagina no te hará feliz

Sí, lo he dicho. El coño no te hará feliz. Lo sé, ya sé que has visto en un anuncio publicitario a un vendedor de automóviles agarrando el volante con la corbata, con una polla recién erecta o los anuncios de cerveza con las chicas frotándose el uno con la otra, mientras se bebe un sorbo ligero (porque eso siempre ocurre), y usted piensa para sí mismo, si yo tuviera ese pedazo de trasero, sería el hombre más feliz.

Bueno, pues aquí estoy para traerte algunas novedades. Por razones que no necesito explicarte, penetrar a una mujer te hará feliz, (es la cosa de la ciencia y sólo sé que una vagina sienta muy bien). Pero, no voy a traerte ningún cumplido para tu alma ni provocarte ningún beneficio duradero para tu mente.  De hecho, hay algunas personas que utilizan, en un sentido, el sexo como una forma de auto medicación. Ellos se involucran en esos momentos transitorios de intimidad, que produce un confort durante un breve periodo de tiempo, seguido por un bajón. Lo cual te hace buscar otro gancho. Pero, múltiples ganchos pueden causar que algunas personas se sientan horribles por varias razones personales.

Es una trampa. Porque el hombre comprometido, piensa que la felicidad radica en ser capaz de conseguir una multitud de vaginas diferentes. Donde otro hombre se da cuenta que nada es comparable con la seguridad y la comodidad de una relación comprometida. La verdad es que la felicidad viene de dentro de tí, nadie puede hacerte feliz, así pues, en esencia, estar soltero o en una relación comprometida no “te hará feliz.”

Ahora bien, hay ventajas y desventajas de estar soltero y estar en una relación. Esto no es una pieza para simplificar excesivamente la felicidad y cómo se logra, ni para decirte cómo vivir tu vida. Es sólo para decir que no pienses que al conseguir una vagina al azar, tu vida va a cambiar fundamentalmente. Esto no va a suceder. Pero, si estás en una relación de largo plazo, esto te cambiará, al igual que a tu vida. Para mí, ahí es donde finalmente voy a ser más feliz otra vez. No porque esa persona me haga feliz, sino porque será un lugar en el que pueda aprovechar la felicidad interior y enfocarla en ser algo para alguien. Esto me hace feliz. En las sesiones casuales, sólo hay una experiencia momentánea, no quiero ser sólo una experiencia, quiero ser el pensamiento principal de alguien a lo largo de su día.

Una vagina te hará sonreír, puede traer la paz a un alma inquieta y sentir un hambre sensual que necesita ser alimentada de vez en cuando. Pero, no te traerá la felicidad, al menos, no el tipo que te vaya a durar más de su erección, ni incluso, esa erección de un cuarto hora (llama a un médico, si dura más tiempo).