Le encanta la sensación de las esposas alrededor de sus muñecas y
tobillos. Cuando él envuelve las cuerdas a su alrededor, ella tiembla por todas
partes. Una de sus sensaciones favoritas, al ser atada, es lo húmeda que la
pone cuando la inmoviliza. Antes de que la toque, ya está preparada para Él.
¿Qué puede decir ella? La simbología de las ataduras la libera.
La pregunta que le hizo la semana pasada - ¿Te gustaría llevar un collar?
-, ha estado dándole vueltas en su mente. Él reconoce que, una mujer proclive
al protocolo, los collares significan algo más para ella que lo que significan
para la identificación primaria de su dominante. Pues la idea de llevar un
collar y liderarla, era increíblemente atractiva para Él y, por eso mismo, le
planteó la cuestión. Ella le respondió que no lo sabía.
Esa noche, se puso junto a Él mientras dormía, a la vez que su mente, con
pensamientos de collares e imposición y lo que estos términos significaban para
ella. Siete días después, ella pudo empezar a poner estos pensamientos en
palabras.
Para imponer un collar, hay que estar de acuerdo en que la sumisión pertenece
a tu Dominante y no a nadie más. Y que se te diga que eres querida, deseada, amada
y apreciada. Así, se formaliza y solidifica la relación D/s que hayas establecido
entre tu Dominante y tú y se convierta en una expresión tangible de tu lealtad
hacia tu Dominante y te reivindique.
Llevar un collar en espacios sensuales, es sentirse protegida y con la
certeza de que los demás entenderán y apreciarán que tienes Dueño. Es un premio
contra las indiscreciones no deseadas y una declaración tácita de que tienes a
alguien observándote, listo para intervenir, en caso de que otros olviden tu
sitio.
Llevar un collar en espacios vainillas, es tener un recordatorio de dignidad,
orgullo y gracia, siempre presentes en ella. Cada acto mundano se convierte en
una forma sutil de servicio, porque cada aspecto de su conducta, apariencia y
comportamiento es una reflexión sobre la persona que valora suficientemente sus
acciones como para reclamarlas como suyas. El collar, cuando se utiliza
diariamente, casi se convierte en una corona.
Llevar un collar, cuando es la única cosa que ella tiene, es sentir el
peso de su confianza en su Dominante y su deseo por Él. Es un reflejo de su
belleza, cuando está sudorosa, despeinada y siente vergüenza por la máscara que
cubre su mejilla. Sopla. Es un signo tangible de la conexión entre la sumisa y
la persona que la domina.
Por lo tanto, “¿Te gustaría llevar un collar?”, le preguntó.
“Por supuesto, me gustaría llevar o usar cualquier cosa que usted me
pidiera. Si le place una correa y me lleva, entonces, iré con correa y seré
llevada. El truco, para mí, será separar el collar usado en las sesiones de la
idea del collar usado como el símbolo más profundo que ha descrito antes. Ambos
tienen su sitio en el mundo de la D/s. Lo importante es saber cuál estoy usando
en un momento dado y por qué.”
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