domingo, 2 de abril de 2017

El sádico vulnerable

En general, ella se somete con un cierto grado de consentimiento. Como acostumbra escribir, no suele escribir todo lo que está dispuesta a hacer. Deja que su dominante traiga cosas para la sesión que, explícitamente, ella no ha acordado. Y, cuando hace la lista de los límites, no sólo deja atrás esos que quiera hacer, sino que deja atrás cualquier cosa que no sea un límite duro, porque no quiere tener a un dominante de servicio. Ella no siente la sumisión, si él no “juega” con esas cosas que ella disfruta. Le da la suficiente libertad para acercarse a tipos de juegos que no le gustan a ella, creando una dinámica que le gusta mucho, como es la D/s. Ella se alimenta de sus respuestas.

Ella elije el juego inquieto. Eso es lo que le gusta. Un día, con tiempo suficiente, espera que su dominante confíe bastante en ella como para entrar en una dinámica de consenso no consensuado. Espera que confíe en ella lo suficiente como para saber que no se despertará por la mañana y le culpe por las consecuencias de haber accedido a un consenso no consensuado. Se somete a esa dinámica, porque provoca calor, porque así es como ella siente su sumisión.

Cada vez que le levanta la mano, él asume un riesgo enorme: ¿Convertirá el arrepentimiento en ira? ¿Le acusará de abuso? ¿Ella juzgará la parte más suave e íntima de su sexualidad? ¿Ella tomará la vulnerabilidad que le mostró cuando la dominó y se enfadará por todo?

Ella es una mujer relativamente inteligente. Es, al menos, lo suficientemente inteligente para elegir el tipo de consentimiento que prefiere con responsabilidad y aceptar las consecuencias, si lo que le haga está más allá de lo que esperaba. Mientras su dominante esté actuando sobre su palabra de seguridad, su “no,” mientras esté usando sus poderes de observación, se está aferrando a lo pactado. Es ella quien elige no estar dentro del guión. Ella es quien elige mantener sus límites dentro de una manera vaga. Y está muy agradecida de que el confíe lo suficiente en ella por ser tan flexible.

Cuando expone su lado sádico, su dominante es muy vulnerable. En esos momentos, no es ni frío ni duro. Se muestra flexible y confiado. Si comete un error, se lo toma muy adentro. Será porque él es lo suficientemente valiente como para mostrarle su propia realidad personal. Ella sentiría terror, si estuviera en los zapatos de su dominante. Con toda seguridad, ella no lo haría.

Ella no recomendaría a nadie su nivel de consentimiento. Recomendaría lo contrario, porque su camino no es seguro. Lo eligió, porque sabe que, si ella se dispara o él va demasiado lejos, es lo suficientemente fuerte para lidiar la situación con él. Ha estado haciendo esto durante mucho tiempo como para comprender sus respuestas, cuando las cosas van mal en una sesión. Ella está dispuesta a asumir ese riesgo. La decisión es de ella. Y se considera afortunada de que él se lo permita.

Ella critica la falta de aprecio de las personas sumisas por la vulnerabilidad de sus dominantes sádicos. Hay cincuenta sombras de grises entre el consentimiento y la violación consentida. Si ella quisiera sólo blanco o negro, haría una lista de veinte páginas con perversidades en las que estaría preparada para participar y un código de color con su grado de disposición con cinco marcadores y un lápiz. Afortunadamente, su Amo es lo suficiente generoso como para exigir eso de ella.

4 comentarios:

  1. Primera vez que comento una entrada y le aseguro que son pocas las que no he leído de su blog. Esta en especial me ha encantado, me he sentido muy identificada. ¡Gracias por sus relatos!
    M.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida y me alegro por esa coincidencia.

      Gracias por seguirme,

      Ben Alí

      Eliminar
  2. Buenos días.
    Esa sumisa es muy afortunada de haber podido crear un vínculo como el que ha descrito.
    Hay que tener mucha fortaleza y confianza en una relación sadomasoquista.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También, vesta, no es fácil crear un vínculo de tanta confianza con una sumisa o la inversa. De todos modos, creo que ese es el objetivo de toda relación,¿no?
      Saludos

      Eliminar