martes, 4 de abril de 2017

Necesitar, querer y desear


La necesidad y el deseo son dos cosas separadas. Hemos sido programados para pensar que, sólo porque queramos algo, no necesariamente lo necesitamos. Y, si necesitamos algo, no siempre es lo que queremos.


La necesidad: “Una condición o situación en la cual, algo debe ser suministrado con el fin de una cierta condición para ser mantenida o conseguir un estado deseado.”


Ella necesita ser azotada.


Querer: “Tener un sentimiento muy fuerte por algo. Desear (poseer o hacer algo); desear mucho.”


Ella quiere ser azotada.

 

Ambas cosas tienen un deseo en común. Si deseamos ambas cosas, ¿por qué no vamos a tener las dos? ¿Por qué no pueden ambas cosas convertirse en una sola cosa? ¿Por qué no pueden convertirse en nuestro deseo? El deseo es una palabra mucho más sensual.

 

Ella desea ser azotada.


Para ella, la necesidad y el querer se funden en una línea gris muy borrosa y difusa. Una línea que empieza a tararear en su mente. Un zumbido sordo y palpitante en su tímpano. No es incómodo. Sólo se está haciendo conocer. No quiere ser olvidado. Es esa línea borrosa.


Si la necesidad y el deseo pudieran ser coloreados, una sería de rojo y el otro, de azul. Mezclados ambos, se convertirían en púrpura. El color más deseable en su paleta.

 

Así que, ahora, ella lo deseará. No, no lo quiere, ni lo necesita. Lo desea.

 

“Deseo ser amada. Deseo ser propiedad de alguien. Deseo sus caricias. Deseo sus besos. Deseo sus azotes. Deseo todo lo que pueda darme.” 
 

Ella pensaba y se decía a sí misma, en su timidez.

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