martes, 11 de abril de 2017

Perder el deseo de servir

Si la sumisa se esfuerza por ir más allá de lo que realmente puede afrontar como sumisa, no pasará mucho tiempo para que pierda su deseo de servir. La sumisa tiende a esconder sus esfuerzos para ir más allá de la llamada de su deber, porque, lo único que es obvio en esos momentos, es el hecho de que se quede sin servicio de vapor. Cuando la imagen grande es invisible, eso parece nada más que un desafío. Sumisa mala. Dice “no.” Necesita castigo.

La gente agradable es el camino más rápido para una sumisa hacia una relación vainilla, porque, cuando el deseo de servir se pierde, las fuerzas del dominó de su dinámica empiezan a decaer. Solamente conozco una cura para esto: La comunicación.

Es fácil para una sumisa, agotarse sin mostrar la primera señal de que se está quedando sin recursos. Todas, menos las más evolucionadas entre las sumisas, tropezarán con sus propios pies para hacer felices a sus dominantes. Éstos tienden a hacer sus deseos sabiéndolos con frecuencia. ¿De qué otras maneras dominarían?

¿Las sumisas? No tanto. Muchas de la sumisas ponen sus propios deseos en el quemador trasero, especialmente, si son dependientes y sus dominantes, lectores de mente. Las sumisas tienen que sentir que pueden hablar como sumisa o su dinámica se evaporará más rápido del tiempo que se necesita para que su dominante pueda retener su cinturón. Ella debe sentirse escuchada, incluso, si su dominante obtiene ese 150 % de derecho, no podrá compensar su incapacidad para tomarse sus propias decisiones en serio.

Los dominantes tienen una imagen estúpida de su trabajo. Llevan una gran responsabilidad en las relaciones con sus sumisas y no pueden realizar sus roles, a menos que, exista una línea contínua de comunicación abierta. La sumisa necesita un dominante que comprenda lo que la agota, donde las habilidades de ella se encuentran como sumisa y lo que desencadena drenar su energía. La sumisa necesita que su dominante sepa cuánto tiempo le lleva procesar los diferentes tipos de sesiones. Lo más importante es que ella necesita que su dominante sepa cómo procesar la vida vainilla hacia la sumisión, porque, ahí, es dónde se encuentra el mayor reto para ella. Si él no sabe esas cosas, inadvertidamente, la presionará demasiado y ella perderá su deseo de servir.

Desprecio el concepto de terapia por intercambio de poder. La sumisa inteligente no necesita que un dominante la ayude a superar sus fallos psicológicos. Por otra parte, los límites son muy difíciles para muchísimas sumisas y éstas necesitan que sus dominantes las comprendan en profundidad. La sumisión debería potenciar a las sumisas, debilitarlas, pues la dominación egoísta sólo puede privar de poder. El problema es que, incluso, las personas más egoístas, pueden dominar egoístamente, cuando una sumisa está siendo demasiado dependiente para prestar atención a sus propias limitaciones. Sólo necesitan un fracaso de comunicación para que esto suceda.

Quita la voz a tu sumisa y, eventualmente, perderás tu posición dominante en vuestra dinámica. Dále voz a tu sumisa y, contínuamente, repondrás su deseo de servir. Quita su propia voz como sumisa y no habrá un alma en este mundo que sea capaz de ayudarte.

1 comentario:

  1. Muy interesante este artículo!!!
    Me ha hecho reflexionar bastante,la comunicación,el respeto y la honestidad es fundamental en cualquier relación.
    Saludos

    ResponderEliminar