jueves, 20 de abril de 2017

Sexo auditivo

Puedes sentirme a tu lado. Estás en la cama, desnuda, con tus manos entre tus piernas. Estás gimiendo, tus pechos están palpitando. Estoy a unos centímetros de tu oído, susurrando. Mi voz es baja y seductora. Y cuanto más hablo, más rápidamente mueves las yemas de tus dedos.

Finalmente, echas tu cabeza hacia atrás, y con un grito muy fuerte, orgasmas.

Relajándote en la cama, miras a tu lado, y sólo hay un teléfono. Lo acercas hasta tu mejilla y me dices: “Gracias.”

“¿Estuve alguna vez allí o sólo en tu mente?” pregunté.

“¿Importa?” Ella contestó.

1 comentario: