Para
ella, los moratones son como los pasteles. Son una forma de decir “Te quiero,”
pero en púrpura.
Aunque
no le gustan los pasteles o los helados, tanto como le gustan las empanadas
(sigue adelante y haz el chiste pegajoso
que estás pensando), los pasteles son, sin duda, incuestionablemente adorables.
Son
bonitos, dulces y lindos, y recibir pasteles, como una expresión de cariño y
afecto, hacen que una sumisa se sienta especial (y bonita, dulce y linda). Al
despertarse al día siguiente por su cuenta, sin dominante, y disfrutando de un
pastel con su café de la mañana, hace que comience su día con una sonrisa. Le
ayuda a manejar la transición del juego mágico de la vida cotidiana. Le quita
el golpe emocional inducido por la caída.
Para
ella, los moratones funcionan de la misma manera. Son bonitos, divertidos y de
colores brillantes. Sonríe cuando los mira (y ocasionalmente, los toca). Cuando
los ve, le recuerdan los momentos con su Dominante. Y en vez de la transición
de un juego, presentándose cada día en relieve, es un flujo y reflujo que le
ofrece un paseo emocional más suave.
Ella es
una sumisa físicamente orientada. Le encanta lo áspero, y caer. Y junto con
eso, viene su gusto por los moratones. Los busca y los desea. De acuerdo. Tiene
un fetiche por ellos. Le encanta ser marcada, marcas de diente, impresiones de
la mano, huellas de las cuerdas, y las rayas de la fusta. Hay algo primordial
en el hecho de que un dominante deje marcas en su cuerpo, es una forma de
reclamar espacio, decir que ha estado aquí, de decir que eso es suyo, aunque
fuera durante un momento.
Mucho
después de que la sesión haya terminado, cada vez que se sienta y, “ay” o echar
una ojeada a la púrpura que se decolora en amarillo, mientras se dirige hacia
la ducha, le recuerda a su tiempo juntos. Y sonríe. A veces, incluso tiene un
poco de hormigueo en el sur de su cuerpo. Para ella, los moratones son una
manera de permanecer en el momento, sólo un poco de más tiempo.
Junto a
los inviernos blancos y plateados que se funden en manantiales, los moratones
son algunas de sus cosas favoritas.
P.S del
autor: Sólo porque los moratones sean
algunas de las cosas favoritas de algunas sumisas, no significa que el autor
crea que deban estar entre las cosas favoritas de las demás. El tener moratones
y magulladuras en las nalgas, no da derecho a conseguir puntos especiales en la
D/s. Los únicos “deberes” que pertenecen a la D/s son los pasteles, porque son
bonitos y dulces.
Obedientwmwnte corro a preparar empanadas
ResponderEliminarBuenas tardes.
ResponderEliminarA veces, duran algo más que un tiempo, ese revivir del momento, sólo hay que dejar que se graven en nuestra mente para poder traerlas, una y otra y otra vez...
Un saludo.
Las marcas físicas son maravillosas, dentro de algo normal,como bien dice recuerda al momento en que ha estado entre sus manos.
ResponderEliminarSin duda alguna para mí son algo preciado junto con los momentos atesorados en mi mente.
Un saludo