“¿Me dirás
cuándo has recibido suficiente?”
Ella podría decir, por la
corriente subyacente en su voz, que él
sabía que lo haría. Nunca le dice cuándo ha recibido suficiente. No está en su
naturaleza someterse al dolor, ni incluso, cuando se convierte en demasiado para
poder tolerarlo.
El filo de un cuchillo en su
piel
El brillo de tu vibrador
El toque de un látigo
El golpe de una cane
La lama de un cinturón
Las cuerdas que unen
El goteo de la cera caliente.
Con mucho gusto, su masoquismo se lo
llevará todo con una sonrisa malvada. Pero, en esos momentos, cuando ve el
dolor y la preocupación en sus ojos, se detiene. A veces, la libertad de ella
no vale un sufrimiento. Sus límites y sentimientos significan más, así que ella
utiliza la palabra de seguridad. Una palabra que no hace a ninguno de los dos
débiles. Encontrar consuelo en una palabra de seguridad, a veces, les trae
placer.
Entiendo...
ResponderEliminarBuenas noches.
ResponderEliminarElla percibe la preocupación de su Amo...Un acto más de crecimiento, ceder, ante el orgullo a la superación de los límites, superarse es lo que desea una sumisa, demostrar a su Señor que puede más y no llegar a decepcionarlo, pero ante todo cuenta el estado de su Amo...
Una complicidad muy profunda entre ambos, cuando saben comunicarse con gestos, miradas...
Precioso.
Un Saludo.