Por lo tanto, le dije a la sumisa, con la
que estaba pasando unos días, que era un poco mocosa. Su reacción fue sentirse
sorprendida y horrorizada ante tal declaración. Entonces, dijo: “Si me llamas
otra vez mocosa, azotaré tu culo dominante.”
Uhmmmm, no sé nada de tí, pero eso suena
como una bravuconada.
Mocosa y mala. Siempre me han gustado mis mocos, no se, son como espresionea inocentes de mi yo horroroso. Jajajaja. Y me los como.
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