Me encanta ser capaz
de crear una sesión, en la que el dolor que estoy infligiendo ya no sea tan doloroso.
Donde ella esté consciente, pero ya no piensa, sólo reacciona. Donde su
respiración pesada, es el único sonido que ambos estamos escuchando con
atención y es intensamente seductor. En ese momento, en el que ambos hemos
ahondado a través de nuestras energías colectivas, mezclándolas, dejándonos
reducidos a nada más que a unas manos de carne colisionando. Estando atada
firmemente en un momento de entrega mental y física.
Para hacerla gemir,
lloriquear y suplicar con un tono serio de deseo, que suena desesperado por el
momento, para continuar e intensificar. Donde ella pudiera sentir cada
centímetro de su carne y poseer completamente su naturaleza sexual. Sentir su
humedad, mientras su excitación sea imposible de esconder. Un momento, que la
permitiera poseer cada pensamiento tabú que ella siempre tuvo dificultades para
confrontar y encontrar, y otros nuevos por descubrir.
Me encanta mirar tan
profundamente a sus ojos, que no se atreven a pestañear, porque ella se centra
en cada orden mía, cada palabra mía e incluso mi tono severo, donde no suena
mal para ella, sino como el mundo debe sonar, perfecto para ella en sus oídos y
obedeciendo a cada palabra mía.
Un momento, donde
abofetear su cara es aceptable, donde empujarla hacia un rincón y levantar su
camisa para azotarla con dureza, sólo minutos después de decir “hola,” es
perfectamente natural. Un momento, en el que puedo hacerle daño y acariciarla
en una integración tan perfecta, que su cuerpo deja de anticiparse y se pierde
en ambas sensaciones. Un momento en el que el dolor se convierte en placer, sus
pensamientos se convierten en un silencio sereno y ambos nos convertimos en dos
seres sensuales reducidos a la carne que se complace de la manera más carnal.
Un momento, en el
que lo único que importa son las acciones que realizamos, que están siendo
creadas por nada más que mi mente creativa y mi naturaleza primitiva y
dominante.
Un momento especial que se disfruta totalmente cuando se está preparando, que se disfruta totalmente cuando está sucediendo, que se disfruta totalmente cuando ha pasado, porque en realidad no pasa, se queda en la piel, en la mente.
ResponderEliminarSensualísimo ese brote primitivo del ser, porque es tan íntimo.
Dulce noche, un beso
Si
ResponderEliminarBuenas tardes.
ResponderEliminarInstantes de magia, donde el cuerpo, el pensamiento, el Alma, se hacen la extensión el uno del otro, momentos donde ambos encuentra unánime conexión y pueden traspasar esa línea que separa el dolor del placer y se fusionan en el innato gozo del instante...
Sus letras vibran.
Un saludo.
¿Lo ve? No sólo lo digo yo... Sus letras tienen algo más.
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