martes, 15 de noviembre de 2016

No sólo quiero humedecerte, sino inundarte de excitación

Me encanta sentir tu humedad, cuando mi mano se introduce entre tus piernas, y tu humedad, es evidente. Mi acciones y energía hacen que te ruborices por la excitación, mientras tu cerebro te inunda de dopamina hasta que estés flotando bajo mis caricias.

Quiero hacer que te corras de tal manera, que nades en la oxitocina y que te ahogues en pensamientos eufóricos. Quiero conseguir que te eleves tan alto, que cada vez que te bese, seas capaz de saborear la liberación de la serotonina y sentir mi propia pasión lujuriosa, entrelazándose con la tuya, hasta que seamos dos olas que se rompen, dejándote empapada en nuestra pasión.

Quiero que tiembles incontroladamente, mientras las endorfinas inundan tu sistema, y te sostengo, mientras te desorientas y, sin embargo, sabes que en mis brazos estás exactamente dónde quieres estar. Confortable, segura y cuidada. Quiero que lo desees, lo sientas y abraces, como si fuera tu sensación favorita. Porque así será.

No sólo quiero hacer que te humedezcas y excites, quiero que lo hagas a borbotones y pierdas tu jodida cabeza en ese mismo momento, sólo para derribarte de forma segura en mis brazos reconfortantes. Mi calidez y ternura contrarrestarán la intensidad de la brutalidad anterior.

Una transición sin problemas, desde una explosión de euforia a una calma relajante.

No sólo quiero excitarte, quiero que nunca olvides ese momento y hacerte brotar de excitación.

2 comentarios:

  1. sí, definitivamente cuando describe esos paisajes eróticos y maravillosos, me enamoro más de usted...

    C

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