Ella ha estado profundizando sobre la
conexión entre el dolor y el placer, la necesidad de sentir el dolor (no ser
dañada, sino herida), y la conexión entre el dolor y la sumisión. En pocas
palabras, ¿por qué la gente disfruta recibiendo dolor y por qué lo quieren
hasta el punto de desearlo? Sólo puedo hablar desde la perspectiva de un dominante
y su papel en la sociedad, así que éste es el enfoque que voy a tomar para
tratar de comprenderlo desde el punto de mira de una sumisa al recibirlo y de
conversaciones que he tenido, bajo mi rol de dominante, azotando a sumisas.
A pesar de la modernidad en todos los ámbitos,
crecemos en una sociedad de represión sexual. En nuestros primeros años, nos
enseñaron que ser sexualmente activos nos hacía unos golfos y degenerados y a
las mujeres, también activas sexualmente, las hacían putas, zorras o cualquier
cosa degenerada que se pudiera imaginar. Les enseñaron que el sexo estaba
reservado para el matrimonio. Les enseñaron que, si tenían múltiples parejas, les
gustaban jugar con los hombres, y que las conexiones, entre una mujer y un
hombre - se hacían solamente una vez en la vida. A las niñas, se les enseñaban
muy jóvenes de que no eran una persona tan especial para todo el mundo. Y la
búsqueda se centraba en encontrar al “uno.”
Se oye decir a las mujeres que quieren
un “buen chico” y se oye a los hombres decir: “De acuerdo, yo las trato bien,
pero ellas siempre vuelven con los “hombres malos.”
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué los hombres
“buenos” sienten que no pueden ganar en el juego del amor? Se oye decir a los
hombres que ellos quieren a una dama en la calle y a una puta entre las
sábanas. ¿Por qué es esto?
En el núcleo del ser de las mujeres,
incluso, en sus cerebros, existe la hembra primaria. Ellas pueden sentirse muy
bien suprimiendo lo externo, pero también quieren experimentar la liberación de
esa persona primaria. Quieren y buscan el control y, también, la liberación.
Ellas quieren ser la chica “mala” o la chica “guarra” entre las sábanas. Las mujeres
sumisas quieren a una pareja dominante para que la domine, porque han
descubierto que el sexo primario y tosco es “divertido.” En las mentes de
ellas, la idea de ser presionada contra una pared y cogida con pasión, es muy
atractiva. Pero esto, aún no da una respuesta a ninguna pregunta sobre el
dolor. ¿Por qué la gente necesita el dolor? Las relaciones D/s no van de la
mano con el dolor, ya que no todos los dominantes son sádicos y no todas las
sumisas con masoquistas.
El dolor puede ser condicionado para ser
disfrutado, como cualquier respuesta pudiera serlo. Si se asocia la entrega del
dolor con una estimulación sexual, entonces el cuerpo y la mente empiezan a
asociar a los dos. La estimulación sexual reduce el dolor de una bofetada o el
impacto de cualquier implemento. Si el cerebro tiene que escoger entre dolor y
placer, elegirá el placer. Ella empieza a asociar el dolor y el placer. Las
chicas “sucias” son castigadas… y los hombres “malos” son los únicos que las
castigan. Un azote en el culo es bastante excitante. Frotar el clítoris de una
mujer, cuando el hombre “malo” lo hace, es más excitante.
“He sido una mujer mala, azóteme, por
favor.” ¿Follarla y azotarla al mismo tiempo? Las sacudidas de dolor mezcladas
con el placer son súper, súper excitantes. Ella quiere que él la ponga en su
sitio, que abofetee su cara, que la fuerce para que se arrodille y que la
bese…ufff… eso es muy excitante para ella. Este es el argumento que da vida a
las fantasías de las mujeres, y que las valientes y atrevidas, quieren
conseguir llevarlos a sus propias vidas. Se dice que la mujer confía lo
suficiente en él como para permitirle que saque y muestre la parte más oscura
de ella, y no sólo la que ella muestra al mundo. Es el poder, la sumisión, la intimidad
y la complicidad, todo al mismo tiempo. EXCITANTE.
Para muchas de las mujeres con las que
he hablado, el dolor, los azotes y las bofetadas son como una liberación.
Pueden ser los precursores de un grito. Hay momentos en los que los
pensamientos están revueltos, la persona no puede pensar con claridad y los
azotes “despejan mi cabeza,” me dijo. Ellas necesitan estar centradas o,
incluso, liberar un grito. Creo que recibir dolor provoca un estado de claridad
mental debido a varias razones:
·
El cerebro se
centra en el dolor y, al absorberlo, bloquea todas las demás salidas.
·
Una vez que
las endorfinas se liberan, la mente se aquieta y llega a un lugar de paz.
Cuando una mujer pide lo que desea fuera
de la sesión y oye esto, el espacio que estoy creando para ella, es un espacio
de claridad, centralizado y de liberación. No hay insinuación a la actividad
sexual.
¿Qué es lo que disfruto cuando causo
dolor? Disfruto el desafío de la entrega precisa del dolor, de tal manera que
les ayuden llegar a dónde ellas necesitan estar. Las mujeres se entregan en
cuerpo y mente, mostrando su confianza en el dominante para que la lleve a ese
lugar de liberación que buscan y desean. Hacerles daño de la manera que lo
necesitan para ser heridas sin causarles daño. Llevarlas a un lugar de paz,
dentro de ellas mismas, es increíble. Cuando empiezan las lágrimas, sé que
estoy derribando sus paredes y defensas. Si puedo llevarlas hasta allí, lo que
empezó como tocar fondo en una sesión, se ha movido hacia un estado de sumisión
en el que han bajado sus defensas y han dejado de luchar con sus pensamientos.
Su mente ha cedido. Ellas se someten a la paz y la quietud, y al placer.
Luego, está la relación con el dolor y
la sumisión entre el dominante y la sumisa. Es parte de la conexión entre ambos.
Este escrito lo tenía guardado desde hace mucho tiempo. Creo que ahondaré sobre
este tema en otro artículo aparte.
Ahora entiendo lo de las necesidades primarias...
ResponderEliminarY soy una chica mala... 😋
Me aterra que pasen de mis,según yo, límites. Pero deseo que mi señor siempre lo haga.
Cindy
No percibo dolor cuando me azotan. Si fuera tan sencillo, no disfrutaría el spanking que me puede generar un estado de relajación absoluta, dejarme totalmente excitada y hasta llegar a correrme, encontrar un estado de paz que no encuentro en ninguna otra parte.. Y por supuesto dolor y sensación de mi ser si es un castigo.
ResponderEliminarNo es dolor, es estar en contacto con mi Amo, entregarme y poder deshinbirme por completo. Es él quien decide donde cuanto, cómo y el propósito.. Es gracias a todo eso que puedo obtener del supuesto dolor, sensaciones que no obtengo en ninguna otra parte.
Paula