La exploración erótica de una relación Dominante/sumisa desde la perspectiva de un dominante
Me pregunto cuántas personas mantienen sus deseos y fantasías sexuales más salvajes y sus problemas ocultos en el armario, incluso de sus parejas compañeras de vida. Sospecho que la mayoría de la gente en el mundo e, incluso mucha gente en Fetlife, ocultan aspectos de su sexualidad a sus parejas. Mucha gente está secretamente sola online, tratando de comprender sus propios impulsos, deseos y fantasías de sus parejas.
“Qué buena chica…”
Sospecho que la mayoría de la gente reprime su verdadera sexualidad, deseos y fantasías (sexo anal, bisexualidad, voyerismo, exhibicionismo, trío, ataduras, intercambio, etc.) temiendo ser rechazadas o humilladas por la gente que más aman. No se sienten lo suficiente seguros emocionalmente para exponer por completo su sexualidad. La intimidad emocional se basa en la confianza. Surge la pregunta, ¿por qué no confiamos lo suficiente en nuestra pareja para ser totalmente honestos con nuestra sexualidad?
“Cometí ese preciso error al casarme con una mujer encantadora, pero una mujer vainilla que no era segura, aventurera o altamente sexuada. Perdí 20 años de mi vida siendo infeliz y reprimiendo lo que realmente era sexualmente. Anterior a mi matrimonio, yo fui sexualmente muy aventurero durante mis años universitarios. Pero, literalmente pensaba que yo necesitaba “sentar mi cabeza” después de graduarme en la universidad. Mi frustración sexual creció con el tiempo, luego busqué online amistades y discusiones sobre varios temas sexuales que eventualmente me llevaron a una aventura con una mujer que encontré online que, a su vez, era muy aventurera y sumisa sexualmente. Ella me permitió volver a explorar y expresar por completo mi sexualidad dominante. Aunque tuve la oportunidad de explorar mi sexualidad, todavía estaba viviendo una vida fracturada (una vida pública y una vida sexual secreta). Una vez que me divorcié, abracé completamente mi sexualidad.” A raíz de este escrito que me envió un anónimo, surgió este artículo.
Una pareja de vida, que realmente te ama y acepta que quiere hacerte feliz y exitoso en todos los aspectos de la vida (física, emocional, sexual, financiera y profesionalmente), permitiéndote llevar una vida unificada, donde todas las necesidades se satisfacen en una relación amorosa de pareja. Sólo, una vez que aceptas por completo quién eres realmente, (incluidos todos tus deseos sexuales, fantasías y perversiones) estarás listo para encontrar la felicidad duradera, porque, al final, aceptas quién eres sin miedo, culpa o vergüenza.
Reprimir tus deseos te llevará a una “fuga emocional.” Si tu pareja actual no te acepta por tus deseos sexuales, el reprimirlos no te dará una felicidad duradera. Es simplemente una estrategia de afrontamiento, para hacer frente a la situación inmediata. Tu sexualidad es una parte fundamental de quién eres. No puedes ignorar tus deseos y no siempre podrás reprimirlos.
Con el tiempo, tus deseos volverán a surgir en una especie de “fuga emocional,” forzándote desesperadamente a buscar una aventura secreta o dejar tu relación para empezar una nueva, que satisfaga plenamente tus necesidades. Si tu pareja te rechaza ahora por tu sexualidad, entonces, eres libre de conocer a una nueva pareja que sea segura en lo sexual y lo suficientemente abierta, como para aceptar quién eres por completo.
En los cursillos de formación de vendedores, hay un viejo refrán que dice: “No” es la segunda mejor respuesta que un prospecto puede darte. Porque te permiten dejar de perder tu tiempo y pasar a otros acuerdos que realmente podrías cerrar. Pues es la frase el “Puede ser” la que te encadenará para siempre y la que te matará. Creo que lo mismo ocurre con las relaciones. Hay muchos peces en el mar, y varios están buscando un pez pervertido como tú.
Once días para el final…
“Estimado Señor…”
“¿Quieres correrte para mí, sumisa?”
“Sí, Señor.”
“Entonces, ¿por qué estás sentada ahí con las piernas tan apretadas?
“Hummm…”
“Córrete ahora, ábrete para mí…” él ronronea.
Ella separa un poco las piernas y se apoya sobre los codos.
“Más separadas, vamos, muéstrame tu coño bonito.”
“El deseo del hombre es por la mujer, pero el deseo de la mujer es por el deseo del hombre.” Madam de Staël.
Buscaba una cita sobre el deseo y encontré esta que tanto me ha gustado, que he querido compartirla con quienes me lean.
El deseo se ha ido
Como usted bien sabe, Señor Ben Alí, hemos pasado cuatro años con problemas de salud por parte de mi Dominante y el fallecimiento de mi madre. Ambos casos han tenido un gran impacto en mi salud mental. Con mi Dominante, sufriendo las 24 horas del día, los siete días de la semana, y yo, lidiando con el dolor intenso y luchando contra pensamientos muy oscuros. En definitiva, el sexo no era algo en lo que pensáramos mucho. Aunque teníamos nuestros momentos de intimidad, pero esencialmente, nuestra vida sexual era inexistente.
El deseo ha retornado
Hacia finales de Agosto del año pasado, le escribí un mail y compartí que finalmente regresábamos. La sequía sexual parecía haber terminado entonces, y puedo informar que todavía es el caso. Todos los fines de semana, y también un par de veces durante la semana, hemos tenido sexo. Nos saltamos solo un fin de semana porque no me sentía bien y mi Dominante me ordenó que me fuera a dormir.
Es interesante que, después de haberle escrito que mi libido se había ido, solamente tres meses más tarde, el deseo ha vuelto. No solamente el mío, sino también el de mi Dominante. A pesar de que ambos habíamos sentido los efectos de los cuatro años de dificultades, pronto fueron casi olvidados. Nuestras manos encontraron su camino hacia el cuerpo del otro, nuestros labios se tocaron en besos apasionados y nuestro corazón y nuestras almas se conectaron aún más ferozmente que antes. Nuestro deseo había regresado y era como si el mundo que nos rodeaba se viera más ligero, más soleado y simplemente, de nuevo, perfecto.
Mi cuerpo le estaba esperando
De nuevo, miro a la cita del encabezamiento, y especialmente la segunda parte “el deseo de la mujer es por el deseo del hombre,” es lo que sigue dando vueltas en mi cabeza. Quizás por eso, me sentí tan desconectada en todos esos meses de sequía (¡años!) y, ¿por qué?, para preservar mi propia cordura, me distancié de mi propio deseo. Y creo que esto es también la razón por la que, ahora que él ha vuelto a mostrar su deseo por mí, el mío lo ha encendido. Mi cuerpo lo había estado esperando, y mientras lo hacía, apagó todo el anhelo, ya que, de otra manera, solo me frustraría no obtener lo que mi cuerpo estaba pidiendo.
Ya no hay frustración. No más decepción, donde siento que algo “podría” pasar, y luego no sucede. Es tan diferente de lo que era. Durante esos meses de “depresión” nos besábamos, abrazabamos, reíamos, sonreíamos, y siempre hubo intimidad y compañerismo en esas acciones, pero nunca llegaron al dormitorio. Cuando íbamos a la cama, nos íbamos a dormir. Nada más.
Ahora nos abrazamos, besamos y nos miramos a los ojos, y en silencio, nos decimos que queremos más, y cuando nos vamos a la cama, nuestras manos se encuentran. El deseo que está por ahí por la mañana, todavía existe cuando nos acostamos por la noche. No importa cuántas horas haya en el medio. Vuelvo a soñar con sexo, tanto cuando duermo como cuando sueño despierta. Mis fantasías han regresado, y como era costumbre durante muchos años, en esos últimos minutos, antes de irme a dormir, pienso una vez más en las cosas sexys que quiero hacer.
Necesitaba que su deseo despertara de nuevo al mío. Y ahora, lo ha hecho, el deseo por nuestra D/s también regresa… y no sólo el mío, sino también su deseo.