jueves, 11 de febrero de 2021

Haré que te duela

¿Conoces ese tipo de sexo, donde al día siguiente, te duele todo el cuerpo? ¿Donde puedes sentirlo en tus abdominales, debido a la frecuencia que te mantuviste en una postura determinada, y el dolor en tus caderas, te recuerda cómo separaste las piernas una y otra vez para que él enterrara su falo en tu cuerpo? ¿Que los músculos de tu espalda baja los sientas tensos, debido a cómo arqueaste la columna para que él te embistiera rudamente y penetrara en tu profundidad?

 

El tipo de sexo que te deja marcada. Moratones en tu cuello y en tu pecho, dejados atrás por una mezcla de mordiscos y dedos ásperos que te sujetan y las picaduras al rojo vivo de la palma de su mano al conectar con la carne de tu trasero. Un golpe intenso, haciendo que la respiración salga de tu cuerpo siseando y, al día siguiente, cuando te mires al espejo, puedas ver las líneas rojas, dejadas en ese momento por sus dedos. Pasas las yemas de tus dedos por la sombra de sus golpes para descubrir, que no solo puedes ver dónde te hizo arder, sino que también puedes sentirlo. La piel, un poco en carne viva, un poco sensible. ¡Ah! Duele tan bien.


“Quiero eso. Quiero que me vuelvas a hacer daño. Quiero que seas rudo y bruto, para arrastrarme, sujetarme, bajarme a rastra de la cama y ponerme de rodillas, magullar mis labios con la intensidad de tu beso, mirar mis ojos, mientras me llenas la boca con tu gruesa polla y tejer mi cabello con tus dedos, puedes follarme la cara como quieras…”

 

Sólo pensar en esto, hace que a la sumisa le duela, porque éste es un tipo de dolor diferente. Este dolor se encuentra entre sus muslos, un pulso caliente de necesidad que se anida en su vagina y hace que se mueva en el asiento. Pensar en su Dominante, hace que se introduzca la mano entre sus bragas, hunda sus dedos en sus pliegues, deslizarlos dentro de ella y sentir su coño apretarse alrededor de ellos, mientras recuerda todas las formas en que le provocó el dolor.


2 comentarios:

  1. Cuando pasas la mano sobre la marca, se eriza tu cuerpo nuevamente y el recuerdo late y se hace presente.

    Abrazo

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  2. ... y las marcas dejadas, siempre son bien recibidas y agradecidas por la sumisa que las recibe...

    Buen día

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