“El deseo del hombre es por la mujer, pero el deseo de la mujer es por el deseo del hombre.” Madam de Staël.
Buscaba una cita sobre el deseo y encontré esta que tanto me ha gustado, que he querido compartirla con quienes me lean.
El deseo se ha ido
Como usted bien sabe, Señor Ben Alí, hemos pasado cuatro años con problemas de salud por parte de mi Dominante y el fallecimiento de mi madre. Ambos casos han tenido un gran impacto en mi salud mental. Con mi Dominante, sufriendo las 24 horas del día, los siete días de la semana, y yo, lidiando con el dolor intenso y luchando contra pensamientos muy oscuros. En definitiva, el sexo no era algo en lo que pensáramos mucho. Aunque teníamos nuestros momentos de intimidad, pero esencialmente, nuestra vida sexual era inexistente.
El deseo ha retornado
Hacia finales de Agosto del año pasado, le escribí un mail y compartí que finalmente regresábamos. La sequía sexual parecía haber terminado entonces, y puedo informar que todavía es el caso. Todos los fines de semana, y también un par de veces durante la semana, hemos tenido sexo. Nos saltamos solo un fin de semana porque no me sentía bien y mi Dominante me ordenó que me fuera a dormir.
Es interesante que, después de haberle escrito que mi libido se había ido, solamente tres meses más tarde, el deseo ha vuelto. No solamente el mío, sino también el de mi Dominante. A pesar de que ambos habíamos sentido los efectos de los cuatro años de dificultades, pronto fueron casi olvidados. Nuestras manos encontraron su camino hacia el cuerpo del otro, nuestros labios se tocaron en besos apasionados y nuestro corazón y nuestras almas se conectaron aún más ferozmente que antes. Nuestro deseo había regresado y era como si el mundo que nos rodeaba se viera más ligero, más soleado y simplemente, de nuevo, perfecto.
Mi cuerpo le estaba esperando
De nuevo, miro a la cita del encabezamiento, y especialmente la segunda parte “el deseo de la mujer es por el deseo del hombre,” es lo que sigue dando vueltas en mi cabeza. Quizás por eso, me sentí tan desconectada en todos esos meses de sequía (¡años!) y, ¿por qué?, para preservar mi propia cordura, me distancié de mi propio deseo. Y creo que esto es también la razón por la que, ahora que él ha vuelto a mostrar su deseo por mí, el mío lo ha encendido. Mi cuerpo lo había estado esperando, y mientras lo hacía, apagó todo el anhelo, ya que, de otra manera, solo me frustraría no obtener lo que mi cuerpo estaba pidiendo.
Ya no hay frustración. No más decepción, donde siento que algo “podría” pasar, y luego no sucede. Es tan diferente de lo que era. Durante esos meses de “depresión” nos besábamos, abrazabamos, reíamos, sonreíamos, y siempre hubo intimidad y compañerismo en esas acciones, pero nunca llegaron al dormitorio. Cuando íbamos a la cama, nos íbamos a dormir. Nada más.
Ahora nos abrazamos, besamos y nos miramos a los ojos, y en silencio, nos decimos que queremos más, y cuando nos vamos a la cama, nuestras manos se encuentran. El deseo que está por ahí por la mañana, todavía existe cuando nos acostamos por la noche. No importa cuántas horas haya en el medio. Vuelvo a soñar con sexo, tanto cuando duermo como cuando sueño despierta. Mis fantasías han regresado, y como era costumbre durante muchos años, en esos últimos minutos, antes de irme a dormir, pienso una vez más en las cosas sexys que quiero hacer.
Necesitaba que su deseo despertara de nuevo al mío. Y ahora, lo ha hecho, el deseo por nuestra D/s también regresa… y no sólo el mío, sino también su deseo.
Es bonito retomar el camino y saberse fortalecido por los años difíciles, sabiendo que lo que está y lo que viene será mucho más placentero, por la unión que existe.
ResponderEliminarAbrazo
Todos los caminos tienen un destino, paradas, reflexiones sin olvidar el norte y evitar los desvíos que no llevan a ninguna parte. Sigamos el GPS de nuestros sentires.
EliminarUn abrazo