“Tú
siempre te preocupabas de mí, de que yo podría confiar completamente en tí y
siempre me darías lo que yo necesitara, siempre has sabido lo que era.”
Esa frase
me la dijo una ex sumisa. Suena simple, hermosa y fácil de comprender, pero, no
tiene mucha fuerza ni demasiada profundidad. Porque cuando estás en una relación
Dominante/sumisa y tienes tus propias necesidades y anhelos y estás por encima
de ella (bueno, en aquel momento, no estaba por encima de ella, estaba dominando
a mi sumisa con mi voluntad, mi fuerza, mi destreza mental y mi determinación
para crear un momento tan poderoso que su sumisión me la entregar con su cabeza
inclinada y su alma sonriendo. Puede ser fácil permitir ese poder corrupto. Sería
fácil para satisfacer mis propios deseos de tal manera que no violara el
consentimiento de nadie, si pudiera bailar alrededor de los límites, como un
lobo observa a su presa. Dejarla aturdida y maltratada, incluso, bajo la
impresión de que ella lo quería
Hay
algunas personas que saltan a este estilo de vida, poniendo la palabra
Dominante delante de su nombre y reciben un complejo de derechos instantáneos. Ven
fotos de mujeres con palabras como puta, zorra y esclava grabadas bajo ellas y
no se dan cuenta del contexto o significado de esas fotos. Ellos piensan que
pueden encontrar a una mujer, sumisa, y dicha mujer hará justo lo que ellos le
digan y que no tienen ninguna responsabilidad hacia ellas o cualquier
comprensión de sus necesidades. Aunque estas personas representan a una
minoría, siguen presentes y, sin duda, son un peligro.
No es
que ellos puedan ser malos o busquen hacer daño (aunque algunos sean ambas
cosas). Pueden ser perjudiciales, porque están jugando con algo muy peligroso,
sin tener ni una pista sobre cómo tratar a una sumisa. Porque, en esencia, ese
no es el rol de un Dominante, no sólo estar en el control o conseguir que ellas
te sirvan, sino que, el cuidarlas es la orden más alta y las cosas, como el
control y la servidumbre, son su recompensa por lo que les proporciona. Ya sea,
teniendo una sesión con alguien o estando casado con tu sumisa, su bienestar,
su seguridad y estado emocional están siempre bajo tu ámbito, como Dominante
que eres de ella.
El
mayor cumplido que una sumisa puede darle a su Dominante, no es que él sea el
mejor que haya tenido, ni que ella no se dé cuenta que un orgasmo pudiera
sentirse como una explosión nuclear, ni que él sea el rey de reyes, sino que
ella confía completamente en él y siempre sabe, que él la cuidará.
No porque
este estilo de vida fomenta un montón de cosas, sino porque la única cosa que
crea, brilla más y deja a la gente con ganas de más, es la confianza. Hay
muchas cosas sexuales que encontrará en su viaje a través de la D/s, ninguna
más sexy que la confianza de alguien en tí y tu confianza en él.
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