No te negaré la voluntad de respirar,
ni el latido de tu corazón. Te entregarás a mí y me permitiré llevarte por un
nuevo camino, donde puedas sentirte libre. Me darás tus sonrisas, tu risa y tu
dolor.
Te dejaré abrir tus ojos, para que
muestres lo que me he estado perdiendo. Por tu cuenta, no te haré esperar aquí.
Como es muy probable que estarás sola, te dejaré respirar para que te sumerjas
en mí.
Para que sientas mi caricia sobre tu
piel, doliente de deseo. Nuestros corazones prenderán fuego. Renunciarás a tu
control y me darás tu mano.
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