Es muy fácil para un Dominante exigirle
a una sumisa, especialmente durante el proceso del mutuo conocimiento. Mientras
que las sumisas desean recibir liderazgo y objetivos, lo más importante para
darles, es la inspiración. Sin eso, no tiene ningún sentido proyectar el poder
del dominante sobre ellas.
He aquí, lo que puedes esperar de mi
liderazgo.
Responsabilidad:
Estaré allí por ti, y mientras yo
esté al frente de la relación. También me responsabilizaré de los resultados de
estas acciones. No sólo en el contexto sexual, sino en cualquier momento que
decida que mi deseo sea conocido, aceptaré la responsabilidad del resultado y
siempre seré dueño de los errores que yo haya cometido. Te disciplinaré por tus
errores, pero no te reprocharé ninguno y voy a corregirme y crecer a partir de
los errores para aprender de ellos.
El beneficio de mis habilidades
establece:
Así como las perversiones, las
personalidades y el interés vainilla necesitan alinearse y provocar una química
entre el Dominante y la sumisa para que haya una buena dinámica, cada persona
tiene sus propias fortalezas y defectos, los cuáles necesitan trabajarse el uno
con el otro. Siempre estaré abierto y seré muy honesto con los míos. Mi pasión,
intensidad, sensualidad y destreza mental serán las habilidades más potentes
que aportaré a una relación D/s. No soy un experto en ataduras, en el juego del
fuego, y muchas otras perversiones. Pero, te permitiré conocer las que tengo
experiencia, con lo que disfruto haciendo y si hay algo que tú disfrutes y me
sienta cómodo con ello, pero sin experiencia, lo aprenderé, con el fin de realizar
la tarea con la menor cantidad de riesgo posible. Como Dominante, siempre
buscaré el crecimiento de mis habilidades. Pero el mayor crecimiento, siempre
será el de la capacidad mental y emocional, más que cualquier otra perversión
que yo pudiera dominar.
Mi dominación:
Tendrás toda mi atención.
Aprenderé y te estudiaré. Tus gustos, tu comportamiento matizado, no
simplemente lo que haces, sino más bien por qué lo haces. Vamos a establecer
metas individuales para tí y metas conjuntas para nosotros dos. Te ayudaré a
conseguirlas y te guiaré cuando pueda. Cuando no pueda, porque pudiera no estar
preparado para ayudarte en un cierto problema, por razones varias, te apoyaré
en lugar de guiarte, y ayudarte a buscar a alguien que te preste consejo sobre
el tema. No voy a tratar de ser tu todo, seré tu líder y te ayudaré en todo lo
que pueda.
Mi dominio te permitirá disfrutar
y crecer en tu sumisión. Te confortaré y apoyaré, manteniendo tu
responsabilidad hacia mí. No siempre será agradable y divertido, pero siempre
será significativo y lleno de propósitos. Esto no será frívolo y algo limitado
exclusivamente a nuestra sexualidad, esto será un viaje, donde el poder entre
nosotros será cuestionado, pero que no nos hará desiguales, más bien,
desiguales en el intercambio de poder que permita a nuestros roles –
Dominante/sumisa – alinearse y servir a nuestras mutuas necesidades, de manera
que siempre nos haga iguales por naturaleza.
Cualquier cosa que te exija, te
será devuelta con su diezmo. Me honrarás con tu sumisión, pero haré que te
sientas honrada, al tener mi dominación sobre ti.
Esto es lo que esperas de mí y no
recibirás nada más que eso.
La verdadera esencia del Dominante con su sumisa, una entrega mutua, dentro de la honestidad y el reconocimiento.
ResponderEliminarTodo un placer pasarme por aquí.
Un abrazo y un gracias por tan cálida lectura para esta noche de insomnio.
Esto es simplemente lo que cualquier sumisa desea de su Amo.
ResponderEliminarHace tiempo que una lectura no me cala tan hondo.
Saludos