viernes, 23 de junio de 2017

Cuando esa puerta se cierra

Con frecuencia, hablo de cómo soy capaz de apagar la mente de una sumisa con mi dominación, mis palabras, mis pensamientos y actos de control en una sesión. Pero, en tanto cuánto, nuestra sesión le da un lugar para arrodillarse, un estado de tranquilidad para sumergirse en un lugar pacífico, y silencioso para sentarse en su sumisión, también me lleva a un lugar donde casi todo se desvanece. Mis pensamientos, mis ansiedades, mi tristeza, es como cuando esa puerta se cierra, el resto del mundo desaparece.

Lo único que importa es ella. Su bienestar y su servidumbre hacia mí se convierten en todo para mí. Es como cada detalle menor se convierte en importante y mi enfoque sobre ella se magnifica cada vez más, hasta el toque de su piel, la mirada en sus ojos, los gemidos y los susurros que puedo orquestar desde mi manipulación sensual sobre ella, posiblemente, yo podría imaginar. Cada sílaba que dejan sus labios, se convierte sólo en palabras que importan, los azotes de mi flogger contra su espalda desnuda se convierten en la única visión que yo querría tener ante mi vista, el momento se convierte en mi único pensamiento. Es como cuando intercambiamos esa energía, el resto del mundo se desvanece a negro y es un hermoso telón de fondo, el cual me permite pintar una obra maestra de la pasión con los golpes de mi mano contra ella.

Cuando esa puerta se cierra, otra se abre. Una que está llena de canciones suaves de dominación y sumisión, encontrando confort en la presencia del otro. No importa cuán fuerte sean los gritos o cuántos los ruidos que se hagan con cada golpe contra su carne, el momento se siente  como un susurro, mi mente se siente a gusto y solamente estoy centrado en el ahora. Es una cosa maravillosa perderse en la esencia de cada uno y encontrar una manera de ser que sea tan rica, tan bellamente tranquila, donde todo es demasiado fuerte fuera de esa deliciosa danza de deseos colisionando.

Cuando esa puerta se abre y reanudamos nuestras vidas diarias, es demasiado ruidosa. Hay demasiadas distracciones, hay demasiado desorden. Es por eso que, cuando las cosas se acumulan y el estrés se convierte en un poco más de lo que usted piensa que puede manejar, entonces, usted sabe que es el momento.

Es hora de coger la mano de su pareja, agarrar ese flogger y el collar y cerrar esa puerta. Porque cuando lo haces y las cosas están dentro de esa habitación, dentro de esa sesión, bueno, es como si todo el mundo desapareciera y es una sensación maravillosa, cuando lo haces, está perfectamenta tranquila y eso es perfecto para mí.

Eso sería perfecto en este momento.

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