viernes, 16 de junio de 2017

El sabor de algo bueno

¿Has tenido una cita, una sesión o un momento con alguien, y que fuera pura magia? Tu personalidad se entrelazaba, la atracción física se sentía como electricidad vibrante y no querías que la noche terminara.

Pero entonces, te das cuenta que lo sabías y también sabías, por varias razones, que este iba a ser un encuentro momentáneo. Tal vez, vivan fuera de la ciudad o ya están en una relación y tienen su primer encuentro y que nunca, en el mejor de los casos, será nada más que un segundo encuentro o una lista de otras cosas que puedan tener dos personas aparte. La conclusión es que usted comprende que no va a funcionar a largo plazo, pero, bendito sea Dios, si ese breve momento es tendador durante mucho tiempo después de algo más entre vosotros.

A veces, cuando probamos algo bueno y es justo lo que hemos estado anhelando, puede causar una angustia mayor, si nunca lo hubiéramos saboreados. Trato de no vivir o pensar de esa manera, pero es duro. Procuro encontrar la belleza y el propósito dentro de cualquier encuentro con alguien que me sienta bien.

Pero, esos encuentros que trascienden sólo una experiencia suficientemente buena, son experiencias increíbles y emocionantes que tiran de nuestros deseos. Son eso, cambios sagrados, que sólo suceden en momentos que nos  cambian y, cuando te das cuenta, no puedes construir sobre eso, nos chupa. Pero, la verdad sobre la vida es que, algunas personas no son tuyas para conservarlas, son sólo tuya para crecer desde la experiencia de algo maravilloso durante breves momentos que siempre serán una parte de quién y de lo que eres.

Cuando consigues saborear algo bueno, te produce hambre por algo grande que puedes llamar tuyo. La mayoría de nosotros, que no hemos encontrado eso sobre una base permanente, recuerda el sabor y ahora estamos buscando para ser capaces de consumirlo a diario.

2 comentarios:

  1. Todo lo que sabe bueno siempre se desea volver a probar.. y sí, si es a diario mejor. Es verdad que la vida es muy injusta, pero lo bueno de eso, es que nos recuerda que hay que disfrutar lo bueno que llega y vivirlo como si fuera el último. A

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  2. Cuando sabes de quién eres, es simple, no hace falta más explicación que la entrega misma.

    Puedo estar lejos, pero mis pensamientos le pertenecen a él. No quiero que otras manos me toquen, ni servir a nadie más, a pesar de la distancia.

    Hay experiencias que nos marcan, recuerdos que quedan clavados para siempre. Que nos pertenecen y nos atan a alguien, difícil de olvidar.

    Talvez le pertenezcamos a alguien, en parte, para siempre...

    Aunque vague entre otras oscuridades, tal vez, sólo tal vez le pertenezca a él...

    Cin



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