Lo opuesto a la soledad

Marina Keegan, dijo una vez que no existía una palabra para lo contrario de la soledad, pero que, no obstante, ella la buscó. Así como yo. Aunque, tal vez, ninguna palabra pueda conjurar la sensación que quiero conseguir de nuevo. Sé lo que es exactamente esa sensación  y la palabra más cercana en la que puedo pensar es, pertenecer.

Pertenecer a alguien o algo es una cosa dificil, porque incluso, cuando hacemos eso, no erradicamos la soledad. En ese momento, aunque  pertenezca a muchos grupos diferentes con los que podría asociarme,  nada de eso me daría consuelo.La pertenencia a la que me estoy refiriendo es un estado de ser. No es cuando perteneces a algo o alguien, sino más bien cuando sientes que perteneces a ellos y consigues y das cualquiera de estas cosas: propósito, amistad o amor. Simplemente, sientes que perteneces. Es una conexión.

Muchos de nosostros hemos estado en relaciones o hemos estado físicamente con gente y todavía nos sentimos solos. A veces, incluso cuando te sientes así en torno a la gente, es cuando te sientes verdaderamente solo. Porque si estar con la gente no puede curar tu soledad, piensa en tí mismo. La pertenencia puede. Si sientes que ellos te pertenecen y sientes que perteneces a ellos y existe una conexión de propósito, amistad o amor (e incluso mejor, las tres cosas combinadas), entonces, no te sentirás solo, estarás en el momento y no querrás estar en ninguna otra parte.

Cuando esas cosas están ausentes de nuestras relaciones o cuando estamos ausentes de la presencia de aquellos a los que pertenecemos, entonces, la soledad toma su lugar y ese es un sitio dificil de estar. Es un lugar en el que, a veces, se está cansado de vivir.

Nunca podremos encontrar la palabra perfecta para describir lo opuesto a la soledad, pues cada persona solitaria nunca dejará de intentar encontrar el lugar en el que residir y buscará refugio en él, y con cualquier palabra maldita que la llamemos, no importará, porque es más que una palabra. Es un lugar que todos buscamos.