No importa cualquier meta o cualquier medida de éxito que establezcamos,
porque puede ser cualquier cosa que queramos que sea. Las posibilidades son
infinitas. Algunas veces, nos proponemos metas irreales para que podamos
revolcarnos en la auto complacencia y agonizar en cómo no somos lo
suficientemente buenos, y nunca mediremos la altura de la persona que pensamos
que necesitamos ser. Es una gaita, porque mantenemos el poder de percepción. La
mayor parte de lo que pensamos y sentimos es subjetivo y tenemos mucho más
poder sobre nuestro estado mental entonces, que cuando nos permitimos aceptar.
A menudo, soy culpable de ello también. Al permitir las presiones de la
sociedad u otras, nublan el juicio de mi auto estima. Es una falacia, porque
siempre podemos querer más y nunca estar satisfechos. La única meta que siempre
será fácilmente alcanzable, es la meta de sentirse siempre como un fracasado.
Podrías tener millones de euros, múltiples mujeres que te adoren y lo que sea
que el éxito pueda significar para tí y todavía sentirte como un fracasado, si
se lo permitiera usted mismo. Decir
que usted tenía todas esas cosas, pero su sueño de toda la vida era escribir
una novela que fuera crítica y comercialmente exitosa, pero, en vez de eso,
hiciste tus millones en el negocio inmobiliario y esa novela te eludió toda tu
vida. Si quisieras, podrías concentrarte en lo que no hiciste y no en lo realmente
lograste. Es tonto, pues la gente lo hace todos los días, lo he hecho muchas
veces.
Siempre podemos encontrar razones para estar decepcionados, frustrados o
francamente disgustados con nosotros mismos. La clave es mostrarte la misma
bondad que le mostrarías a otra persona.
Si alguien que amabas se sentía así y necesitaba ser animado, no te
centrarías en sus errores o en lo que ellos estén haciendo. En su lugar,
pondrías de relieve sus atributos positivos y alabarías todas las metas que
ellos hubieran conseguido y no las que están todavía sobre la mesa.
Por lo tanto, una gran parte de nuestra felicidad y estado de ánimo se
basa en cómo vemos nuestro futuro. Eso significa que una gran parte de tu
estado emocional está envuelto no en lo que es, sino más bien, en lo que si
pasa. A veces, somos seres emocionales volubles e imbéciles y es hora de que
reconozcamos nuestro poder individual para crear una mejor manera de ver quién
y qué somos.
Ámate a tí mismo, sé amable contigo mismo, establece metas y objetivos
diarios y alábate a tí mismo, cuando los hayas logrado. No seas duro contigo
mismo por las cosas que te quedes corto, ni tampoco seas apático ni perezoso. En
su lugar, analiza por qué no seguiste o no tuviste éxito y utiliza esos datos para intentarlo de nuevo. Por encima de
todo, sigue intentándolo.
A diferencia de todo lo que se ha enseñado sobre vivir en esta sociedad,
la vida no es una competición. No hay vencedores ni vencidos. Sólo hay personas
y circunstancias. Eso es. Usted es una persona con unas circunstancias
particulares, abrácelas, y si quiere,
crezca y cambie. Entonces, no sólo seas el cambio que deseas ser, sino
crear una meta, segue adelante y, sobre todo, disfruta del viaje y, por favor,
sea amable consigo mismo de la misma manera que usted es amable con alguien que
quiere y aprecia.
Disfruta del cambio, porque, de todos modos, va a pasar.
Excelente reflexión. :D
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