Ver a una mujer colgada boca abajo y
ser azotada por un látigo de una sóla cola, es bastante impresionante. Ser
azotada estando en el subespacio, es el infierno. Asfixiada, mordida,
suspendida, azotada, maltratada, abofeteada, arrodillada, atada por la simple
mirada de un dominante, hay una lista enorme e increíble de perversiones que se
pueden involucrar en una sesión determinada, desde cualquiera lado de la barra.
Pero, a veces, sólo a veces, todo lo
que necesitas para perderte y entrar en un estado mental diferente, es un
abrazo de alguien que se preocupa por ti. A veces, un abrazo simple y llano
hará sentirte como una bomba nuclear de salsa impresionante, mucho más que
cualquier otra forma pudiera servir.
De vez en cuando, tienes que interrumpir
la sesión e ir directamente al tratamiento posterior, puesto que creemos que ya
ha sido suficiente y buscamos celebrarlo y no seguir azotándola más.
Algunas veces, un simple abrazo hará
que te sientas el dominante perverso que quieres ser y sabes que eso está bien,
porque, algunas veces, un abrazo es todo lo que necesitas, y necesita.
sí, eso es verdad, señor.
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