Jura
que le fastidia hacer una felación. Debido a un comentario altamente
controvertido, donde decía que “las chicas buenas tragan,” su boca se ha vuelto
cada vez más desanimada cuando se trata de un falo. Durante los dos últimos
meses, el deseo urgente de tener un pene en su boca ha muerto. Podría añadir
que ha sido una muerte horrible.
Ella
lo ha intentado todo para conseguir que ese húmedo y cavernoso miembro de
placer puro la excitara de nuevo. Ha estado succionando plátanos, piruletas,
dedos y varias otras cosas sin éxito. Incluso, su diosa la ayudó, pues miraba
fotos de penes al azar para tratar de conseguir que la savia fluyera. Ni
siquiera quería volver a leer todos los escritos que habían llegado a sus manos
en los últimos meses sobre la felación. Nada ha funcionado.
“Es
oficial, mi boca tiene miedo de los penes. Mi boca fue hecha para una polla. Lo
juro. Palabra de honor,” dijo.
Es
un tamaño único que se adapta a todas las situaciones. Su boca puede parecer
pequeña desde fuera, pero una vez que una verga empuja más allá de sus labios,
es como si le hubieran regalado el equivalente de un elemento, que es mucho más
grande dentro de lo que parece por fuera. La garganta profunda no es solamente
una fantasía, es un maldito deporte olímpico para ella y está bastante segura
de haber ganado muchas medallas en ello.
“Así
pues, me siento melancólica esperando que el impulso regrese. Tengo muchas
preguntas sin respuestas. ¿Por qué, coño, está pasando esto? ¿Qué hice para
merecer esto? ¿Cuánto tiempo más puedo vivir con la felación como un límite difícil?”
Ella reflexionaba.
Por
favor, por favor, dejen que haya pronto algo de justicia para este crimen
atroz. Sin duda, el fin del mundo será mucho mejor para ella que esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario