Mientras hablaban, le dijo que el
amor era un límite difícil. Ella estaba aturdida, herida y perpleja. Le dijo
que no era negociable y que no violara su consentimiento. Que no confundiera su
liderazgo con un futuro que no llegaría. Que no confundiera su caricia con el
amor. La colmaría de afecto y amabilidad, pero no la amaría.
Él
le proporcionará la intimidad y la
realización de sus fantasías sexuales. Su sumisión será cultivada y
crecería bajo su mano firme. Pero, que no confundiera nada de eso para
probar que
siempre será su hombre. No justo ahora, no esta vez. El amor es un
límite
difícil, él respetará los suyos y espera que ella respete los de él.
Él necesita el intercambio, la
cuidará de verdad, sólo la deberá presionar ante algo que no sea capaz de
hacer. La azotará, pero no la maltratará. La usará, pero nunca abusará de ella.
Tomará su poder, que generosamente le da. Trabajarán con una dinámica para
vivir y dejar vivir. Podrá ser significativa, placentera y algo profunda, pero
no será amor, no es así como él está buscando doblegarla.
No tiene que aceptar sus límites,
podrá pasar de ellos y rechazárlos, pero el amor no es negociable, ese límite
es de él. No tiene que dárselo y no va a traspasarlo. Ella podrá respetar sus
límites o no. La elección depende de ella.
Quizás opino lo siguiente porque no conozco muy bien a las personas... pero decirle una mujer con capacidad para amar: "Este es mi mandato, compórtate como si me amases, pero no me ames"...No es pedir imposibles? No es anticipar un gran desastre? No es esta la peor de las tiranías?
ResponderEliminarAnacoreta
Esta es la situación de un dominante que buscaba solución a este problema. Desde el primer momento le había hecho saber a su sumisa que el tema del amor estaba descartado. Su interés se centraba en dominarla, vetando los sentimientos.
EliminarAhí estaba su lucha interior. Es muy fácil que los sentimientos surjan en las relaciones D/s. Diría que son inevitables.
Saludos
Si tan inevitable son los sentimientos, no entiendo porque ese dominante pone un límite al amor. A
ResponderEliminar