“¿Quieres ver una foto mía?”
Ella le preguntó y su respuesta fué,
sí. Ella esperó a que él respondiera. Le dijo que era una triple amenaza. Con
sus palabras, sus muslos y su cara.
Le tiene caliente y molesto, porque
es más bella de lo que él esperaba. Es demasiado atractiva.
Sus palabras no son de ella. No las
ve. Tal vez, esté ciega.
De hecho, son una triple amenaza.
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