domingo, 5 de febrero de 2017

La dominación es mucho más que un acto de placer sexual

Es la habilidad de ser capaz de conectar con una persona tan íntimamente, tan de cerca, tan completa y, de tal manera que, su mente, su cuerpo y su alma se entrelazan con la tuya. El control de su espíritu, su mente y su libre albedrío es impresionante. El tacto de la piel sobre la piel es increíblemente electrizante. La conexión se hace ruda, pura y primitiva.

 

Las necesidades, deseos, anhelos y apetitos se encuentran, creando un flujo de pasión tan intenso, un deseo tan íntimo del uno por el otro, que nada puede romper la conexión con la mano, que se hace durante la sesión. Un crescendo de la pasión, compartida entre dos personas, los sentidos potenciados hasta el punto de estallar. En ese momento, en el tiempo, te conviertes en una parte de ellos. Nada en esta tierra, ni en esta vida, se compara con la realización de una dominación auténtica de una sumisa, totalmente dispuesta.

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