Quiero

Quiero abrir las puertas para tí, no las que aguanto cuando salimos a comer, sino aquellas que mantienes bloqueadas en tu mente, las cuáles solamente mis pasiones abrirán.

Quiero hacer que te sientas como una princesa hermosa. Para tratarte como tal, pero, algunas veces, te trataré como mi mascota, mi puta personal y te follaré como si fuera tu dueño, te cogeré con gran veracidad y un toque dominante, serás consumida por mi placer, atada a mis necesidades, dolorida por mi hambre, pero, aún así, me aseguraré de que siempre comprendas que eres mi princesa y no habrá ninguna duda al respecto.

Quiero inspirarte, liderarte, abrazarte, consolarte y confortarte, cuando sea necesario. Quiero estar allí para cuando estés triste y quieras llorar. Besaré tus lágrimas. Algunas veces, querré ser muy duro contigo, y seré la razón de tus lágrimas, y también, volveré a besar esas lágrimas.

Quiero estar allí cuando te despiertes y cuando te duermas, para besarte en ambas mejillas, como una forma de hacerte saber que siempre seré el único ser que estará allí a tu lado y ser sobrecogido por tu belleza natural. Pero, a veces, quiero despertarte en la mitad de la noche y penetrarte, como un animal que no ha comido durante días, y tú eres la primera presa que se ha cruzado en mi camino.

Quiero amarte, hacerte daño, besarte, abrazarte, controlarte, pero lo más importante de todo, es que te quiero. Quiero ser el gruñón que sólo desea pisar tus pies, entristecerte, que no te sientas como hoy y que nunca estarás mejor. Quien te haga feliz y cuya sonrisa brille y tus ojos resplandezcan como rubíes preciosos. El desafiante que no sabe lo que ella quiere. Quiero cada parte tuya, no cada parte de tu cuerpo. Sí, esa también, incluso cada parte conflictiva y confusa que conforma a toda la persona que ha capturado mi corazón.

Me alegro de que él no quiera y piense que sería agotador tener a alguien tan increíble como tú. Quiero y voy a continuar haciendo, lo que quiero.