Voy a atarte con
adjetivos salaces. Cada uno, mordiendo tu piel desnuda. Gimotearás, mientras la
tensión de mi sintaxis se vuelve más apretada con cada envoltura alrededor de
tu cuerpo desnudo. Escribiré sobre tu piel desnuda, con mi lengua llena de
pronombres excitantes, que te confundirán y te mantendrán en tu sitio.
Sigue siendo niña.
Déjame poner estos
dos futómomos de metáforas a tu alrededor, mientras mi energía se desliza
alrededor de tus muslos y piernas. Te verás obligada a arrodillarte y a
escuchar cada palabra, cada pensamiento, cada deseo oscuro de lo que voy a
hacerte. Está bien, mujer, no te pongas nerviosa. De todos modos, no tienes
ninguna otra opción, ¿verdad?
Estás atada y
atrapada por mis palabras, hechas de yute y deseo. Déjame poner mi celo, hecho
de cáñamo, a tu alrededor, muy fuerte. Gritas de placer.
Para acabar contigo,
voy a encadenarte con nada más que un relato erótico, para leértelo muy
despacio, con mi voz amenazante. Serás forzada a correrte muchas veces con mis
palabras, hasta que te colapses con mis sílabas de seducción.
Después, te cuidaré
ligeramente con palabras de alabanzas suaves y de afecto, que te cubrirán y te
mantendrán caliente en mis pensamientos.
Vas a ser mi propio
libro, y un libro hermoso de belleza, atada, con nada más que mis palabras.
Gracias por este maravilloso escrito, señor.
ResponderEliminarMe encanta, leo y releo y me provoca lo que deseo...
Cin.
Alucino al leerle, es tan suave la cadencia y adictiva la lectura, me encanta.
ResponderEliminarMi beso.
[Por cierto, me acordé]
Caligrafía eterna
Encadenadas mis muñecas
al fino hilo de seda de tus versos
sometiendo mi esencia que bordea los contornos de mis miedos.
Beso tu verbo tan majestuoso como perverso
succiono con fuerza hasta lastimar mi anatomía
y rendida a tus letras... me abandono a tu dominio.
Tus manos inician el trabajo de moldear mis formas
y mi alma solloza quebrantada
en pequeñas sílabas de tu escritura.
Tomas mis lágrimas, y como gotas de perla,
las esclavizas a tu abecedario
cuando derramando trazos en mi piel, marcas la fuerza de tu entrega.
Tu caligrafía es eterna... yo lamo y me retuerzo en tu poema
hundiendo mis uñas en la piel de tu glosario.
Buenos días, Ame:
ResponderEliminarUna palabra:¡Impresionante!Me has dejado sin palabra. Tu respuesta es única a mi gramática, mi caligrafía, mi verso, mi glosario, a mi abedecedario, a mi poema, a mi escritura y a mi dominio...
Besos