lunes, 15 de mayo de 2017

No importa lo que, algunas veces, parece que nunca es suficiente

No importa cualquier meta o cualquier medida de éxito que establezcamos, porque puede ser cualquier cosa que queramos que sea. Las posibilidades son infinitas. Algunas veces, nos proponemos metas irreales para que podamos revolcarnos en la auto complacencia y agonizar en cómo no somos lo suficientemente buenos, y nunca mediremos la altura de la persona que pensamos que necesitamos ser. Es una gaita, porque mantenemos el poder de percepción. La mayor parte de lo que pensamos y sentimos es subjetivo y tenemos mucho más poder sobre nuestro estado mental entonces, que cuando nos permitimos aceptar.

A menudo, soy culpable de ello también. Al permitir las presiones de la sociedad u otras, nublan el juicio de mi auto estima. Es una falacia, porque siempre podemos querer más y nunca estar satisfechos. La única meta que siempre será fácilmente alcanzable, es la meta de sentirse siempre como un fracasado. Podrías tener millones de euros, múltiples mujeres que te adoren y lo que sea que el éxito pueda significar para tí y todavía sentirte como un fracasado, si se lo permitiera usted mismo. Decir que usted tenía todas esas cosas, pero su sueño de toda la vida era escribir una novela que fuera crítica y comercialmente exitosa, pero, en vez de eso, hiciste tus millones en el negocio inmobiliario y esa novela te eludió toda tu vida. Si quisieras, podrías concentrarte en lo que no hiciste y no en lo realmente lograste. Es tonto, pues la gente lo hace todos los días, lo he hecho muchas veces.

Siempre podemos encontrar razones para estar decepcionados, frustrados o francamente disgustados con nosotros mismos. La clave es mostrarte la misma bondad que le mostrarías a otra persona. Si alguien que amabas se sentía así y necesitaba ser animado, no te centrarías en sus errores o en lo que ellos estén haciendo. En su lugar, pondrías de relieve sus atributos positivos y alabarías todas las metas que ellos hubieran conseguido y no las que están todavía sobre la mesa.

Por lo tanto, una gran parte de nuestra felicidad y estado de ánimo se basa en cómo vemos nuestro futuro. Eso significa que una gran parte de tu estado emocional está envuelto no en lo que es, sino más bien, en lo que si pasa. A veces, somos seres emocionales volubles e imbéciles y es hora de que reconozcamos nuestro poder individual para crear una mejor manera de ver quién y qué somos.

Ámate a tí mismo, sé amable contigo mismo, establece metas y objetivos diarios y alábate a tí mismo, cuando los hayas logrado. No seas duro contigo mismo por las cosas que te quedes corto, ni tampoco seas apático ni perezoso. En su lugar, analiza por qué no seguiste o no tuviste éxito y utiliza esos  datos para intentarlo de nuevo. Por encima de todo, sigue intentándolo.

A diferencia de todo lo que se ha enseñado sobre vivir en esta sociedad, la vida no es una competición. No hay vencedores ni vencidos. Sólo hay personas y circunstancias. Eso es. Usted es una persona con unas circunstancias particulares, abrácelas, y si quiere,  crezca y cambie. Entonces, no sólo seas el cambio que deseas ser, sino crear una meta, segue adelante y, sobre todo, disfruta del viaje y, por favor, sea amable consigo mismo de la misma manera que usted es amable con alguien que quiere y aprecia.

Disfruta del cambio, porque, de todos modos, va a pasar.

1 comentario: