jueves, 14 de mayo de 2020

Azotada con la cane

Ella no había sido azotada con la cane desde hacía dos años. Su pareja anterior se había convertido en un sádico abusador y le había causado mucho daño. Pero a ella, le apetecía ser azotada de nuevo con una cane. ¡Eran sus palabras más que las mías! Yo no presumiría describiéndome de esa manera.

Una vez en su piso, la envié a buscar la cane y empecé a contar despacio. Llegué hasta veintitrés antes de que ella llegara con la cane. Pasamos un par de horas en una variedad de juegos previos antes de volver al tema de la cane. Ella estaba un poco preocupada. Durante los dos últimos años, había perdido peso. ¡Su trasero estaba menos relleno! Jugamos un poco con la cane, azotándola juguetonamente mientras me hablaba, antes de ponerla boca abajo sobre la cama y empezara de nuevo a administrarle justo unos suaves golpes, combinados con otros más severos. Luego la dije que le administraría 23 azotes, los cuales coincidían con el recuento del tiempo que había tardado en volver con la cane. Después de cada golpe, ella contaría y pediría otro más intenso o suave o que me detuviese. Me preguntó si podía pedirme un golpe que fuera mucho más firme, y estuve de acuerdo.

Empecé con unos azotes suaves. Yo esperaba que me pidiera que fueran más fuertes para complacerme. Me pidió otros iguales. Cada vez me solicitaba otros de la misma manera. Eran azotes suaves, pero lo suficientemente fuertes como para marcar su sensible trasero. Quizás intenté aumentar un poco la fuerza de los golpes, pero no mucho.

Cuando llegamos a los veintitrés azotes, ella no pidió más. Le pregunté si aceptaba dos más para redondearlos a veinticinco. Al principio, estaba un poco insegura, pero aceptó.

Le pregunté si los quería rápidos y seguidos o espaciados para acabar de una vez. Lo dejaba en mis manos. Le di dos rápidamente y luego, acaricié su trasero, la cogí entre mis brazos y la abracé.

Estaba ansiosa por levantarse, ver las marcas y fotografiarlas. Estaba emocionada por su logro. Fue un placer verla.

Pero, si hay una próxima vez, le sugeriré golpes más fuertes o más… o ambas cosas.



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