viernes, 29 de mayo de 2020

Definiendo los momentos

El otro día, leyendo un artículo sobre la sumisión, me he dado cuenta de que existe una cadena sobre el momento que define a una sumisa. Realmente, ella nunca había pensado que tenía un “momento definitivo,” pero después de leer algunos blogs, se había dado cuenta que sí tuvo tal momento. Excepto que su “momento,” duró más de 60 segundos. Duró cerca de 25 años.

Como muchas de las mujeres y hombres en nuestros 40 años, Internet abrió puertas que nunca pensábamos que fueran posibles. Nos permitió una educación y visión como nunca. En los primeros días de Internet, en la época en la que era principalmente usado por académicos y militares, ella podía recordar el tropezarse en foros y tablones de anuncios con discusiones sobre la sumisión y los azotes. En aquella época, ella estaba trabajando para una importante empresa constructora y, la única razón por la que accedía a estas cosas era por su trabajo. En aquellos años, nadie teníamos acceso a Internet en nuestras casas. Pero, caramba…mucha gente tenía que haber estado jugando en el trabajo, porque el nivel de discusiones e informaciones que se tenían era enorme… si se supiera donde buscarla, claro. Ella indagó como si se hubiera ido a China.

Ese debió ser su momento definitivo… o, al menos, el principio de su vida como sumisa.

Ella recordaba sentirse completamente deslumbrada e, incluso, un poco asustada, como si hubiera abierto la caja de Pandora. Y, ¡oooh,  ella tuvo una vez! Aunque inicialmente, ella tuviera un poco de escozor entre sus piernas cuando pensaba tales cosas, fueron unos años antes cuando realmente comprendió su propia sumisión y lo que significaría en su vida. No sólo era una sumisa sexual, sino la forma cómo está hecha y aceptando que no es algo transitorio y no puede ser ignorada.

En conversaciones con otras personas atrevidas, el tópico de “¿Cómo descubriste la D/s o el BDSM?” generalmente, surge. Es muy interesante oír las historias, pero ella casi siempre puede decir quién es sincero en su dominación o sumisión y quién no lo es. Simplemente, por la historia que ellos/as cuentan. Siendo sincero, ella quiere decir quién la vive en su alma, como opuesta a aquellas que simplemente la sienten de vez en cuando, como un poco de especias.

¿Tenemos los dominantes momentos decisivos? Claro que sí. Los tenemos y debemos tenerlos. No es la historia de aquellos momentos en las que una mujer sumisa echaba una mirada al hombre detrás del dominante. Y al dominante, como parte del hombre. A menudo, tal vez, y siendo juiciosas, algunas sumisas usaban esas historias para considerar su propio compromiso con esta persona. La historia le dice algo… pero, no suelen estar del todo segura qué es. Tal vez, como la historia sea contada, en oposición a los detalles.

En realidad, no todas las sumisas pueden decir que su sumisión las define totalmente, porque no es así. Pero, es una parte muy importante de lo que son y les traen el tipo de confort, que solamente puede venir de comprenderse y aceptarse a sí misma.

 Algo similar ocurre con los dominantes.

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