Yo estaba rastreando en mi bolsa de los juguetes para limpiarlos, y estaba
allí. Nunca antes lo había encontrado en
la bolsa. Era su collar. Debería haber esperado allí, sabiendo que la dinámica
estaba terminando. Cuando la dejé la última vez, todavía eramos nosotros. Pero,
como ese collar vacío, sabíamos que conocía algo que no hicimos que, al igual
que el propio collar, nuestra voluntad de seguir adelante estaba vacía y
careciendo de una convicción real. Una relación D/s sin liderazgo, es como un
coche sin volante. No recibes ninguna información con esa configuración.
Sostuve el collar en mis manos y estaba demasiado desnudo. La visión de
ella volvía a inundar mi visión tan vivamente que, yo tenía que pensar en algo
más rápidamente, antes de que mis piernas cedieran y yo hubiera terminado de
rodillas. La misma posición en la que ella me servía. Parece que ahora, el
collar tenía el poder de llevar a uno de nosotros a esta posición.
Era raro verlo fuera de su cuello, donde pertenecía por derecho. Hasta
ahora, tan lejos de su propio lugar, vacío. Sólo una sombra de lo que una vez
significó. Era un símbolo precioso de una unión más fuerte que las cadenas con
las que jugábamos. Un amor más intenso que cualquier azote con el flogger, que
ella jamás pudo soportar. Un símbolo de propiedad y todos los matices que lleva
incrustados con ello. Ella era mía, sólo mía, para usarla, cuidarla, azotarla,
besarla y acariciarla, para empujarla contra la pared con mis dedos
profundamente dentro de ella, para susurrarle los buenos días, abriendo sus
ojos. Ella era mía, el collar no la hacía, pero era una manifestación física de
lo que creíamos. Le dimos a la vida dinámica para respirar constantemente
nuestros deseos y confianza mutua en ella.
Ahora, era sólo un vestigio de un amor que no existía. Era sólo una pieza
de una promesa incumplida. Estaba vacío y triste, y muy lejos del lugar donde
debería estar. Ese lugar era yo.
Lo pondré lejos, en algún lugar que no se pueda ver con frecuencia, pero
siempre sabré que estará allí. No para volver a lo que era antes, sino para
convertirse en algo completamente distinto, un recordatorio de que algo puede
ser bello en un escenario y una simple pieza vacía de joyería en el siguiente.
Un collar es tan poderoso como las acciones que definen a los dos que
están vinculados a él, un collar vacío está tan vacío, como los recuerdos que
guarda.
Supongo que, después de todo, no es un collar tan vacío.
Creo que no es un collar vacío, todavía guarda la esencia de ella y guarda su forma. Como la manera cómplice de relacionarse entre los dos aunque todo haya terminado.
ResponderEliminarPienso que cuando algo se acaba tenemos por costumbre pensar que nada fue cierto o que el amor era mentira...pero cuando es el momento, lo sentimos cierto, vívido, real. Porque lo es. Es real.
Luego...las cosas terminan y ni siquiera sabemos qué ocurrió.
Y nos quedan los recuerdos y piezas importantes que debemos esconder para que no nos hagan daño.
Pero es bueno saber dónde se guardan para recordarnos que lo vivimos.
Y que fue real.
Y fue seguro,hermoso.
Eva
Sin lugar a dudas, fue real y muy hermosa aquella relación. Hasta tal extremo que ese collar lo llevamos perenne en nuestros recuerdos y vivencias.Aunque la vivencia rela durase unas horas.
ResponderEliminarBen Alí