viernes, 22 de mayo de 2020

El erotismo del poder

Recientemente, escribí sobre el poder erótico de la sumisión. De cómo la sumisión fue poderosa para ella. De cómo podría despertarle una sensación física tan fuerte. Algunas sumisas escriben que el acto de sumisión tiene el mismo efecto sobre ellas como el erotismo en su relación.

Sin embargo, hay un lado negativo en esto que no me parece tan positivo. Mi propio poder no me excita, quiero creer que no. Me excita la sumisión de la mujer a mí. Pero, ¿no es esto lo mismo? No, quiero creer que no, de lo contrario, me preocuparía.

El poder también tiene un componente fuertemente erótico. Muchas mujeres se sienten atraídas por el poder. ¿Mónica Lewinsky se hubiera sentido atraída por servir a Bill Clinton, si este hubiera sido un tipo que conoció en un bar? Existen numerosos ejemplos entre los políticos seniors británicos de cierta edad, y sin atractivos físicos obvios, que tienen relaciones con mujeres jóvenes muy hermosas. Presumiblemente, esas mujeres se sienten atraídas por el poder de los hombres. Las despiertan de la misma manera que la sumisión excita y despierta a otras mujeres.

Este pudiera ser también el caso de la legión de ejemplos de hombres de negocios mayores que tienen esposas jóvenes y hermosas de “trofeo.” A veces, se supone que han sido atraídas por el dinero de sus maridos. Pero, ¿no podrían ser atraídas también por su poder?

A menudo, los hombres abusan de su posiciones de poder. Conocen el efecto de su poder e influencia. Quizás, pudieran ser útiles para garantizar la promoción si sólo…

Por lo tanto, las mujeres pueden proporcionar y favorecer, incluso ocasionalmente, recibir deferencias como resultado de ello. Entonces, los hombres sin escrúpulos abusan de su poder porque algunas mujeres lo usan.

He ocupado cargos de alto nivel con poder, preferentemente sobre personal femenino. Nunca he hecho mal uso de esa posición de esta manera y nunca lo he intentado. Sin embargo, conozco el ejemplo de un colega de alto rango que tenía una reputación de seleccionar a mujeres bonitas y tener relaciones con ellas. Este era despreciado por sus colegas masculinos y femeninos, pero siempre parecía salirse con la suya con este abuso de poder.

También existe el punto de vista de que, en el análisis de las violaciones, de que los perpetradores no la hacen por sexo, sino para ejercer su poder sobre una mujer.

Luego, si bien el poder puede ser una cualidad atractiva en un Dominante, que es deseable para su sumisa… hay aspectos del uso de este poder con el cual, incluso como Dominante, me resulta muy incómodo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario