domingo, 24 de mayo de 2020

¿Por qué los azotes?

La gente se compromete en un Spanking consensuado porque quiere, porque desea que sea una cuestión compleja y filosófica que ha sido objeto de un intenso estudio académico. Existe un precedente histórico del Spanking. Algunas organizaciones advocan de que es una parte necesaria de cualquier relación, y otras de que están orientados hacia una disciplina menor o a una esposa, como parte de un deber religioso. Fascinante cuando existen estos debates. Como amante del Spanking, no quiero tratar de los problemas sociales o religiosos relacionados con el mismo. Pretendo presentar el Spanking como una experiencia disfrutable o elemento disciplinario entre adultos que lo consienten. En este contexto, existen tres razones por las cuales, la gente se compromete en los azotes:

      * Quieren excitarse con el protocolo o el ritual de ser azotada.

           * Tienen un sentido para “limpiarse” a sí mismos de las ofensas y culpas pasadas.

·       * Tienen necesidad de ser sumisa o ser dominante.

 

En el primer caso, la spankee disfruta de las sensaciones físicas reales siendo azotada. El acto de azotar la excita sexualmente. Es imposible negar que existen tendencias sexuales o eróticas en el Spanking. Algunas estimaciones dicen que hasta el 20 % (1 de 5) de las mujeres piensan que los azotes son eróticos o han participado en una sesión de azotes. Del mismo modo, algunas personas consideran que el sexo convencional no es gratificante, o difícil, puede ser más fácil que fantaseen u orgasmen después de haber sido azotadas. Estar inclinada sobre la rodilla de una pareja y retorcerse en respuesta a una palmada, estimula los genitales y los órganos sexuales. Los azotes crean reacciones físicas, liberando hormonas en el cuerpo, como la adrenalina y las endorfinas. La contradicción del placer y el dolor en la mente de la spankee también pueden actuar como un estimulante potente.

 

El segundo caso es el rol tradicional de los azotes por razones disciplinarias para tener que expiar el mal comportamiento de uno. El Spanking que se acostumbra a usar de esta manera es con la intención de clarificar el ambiente, reconocer los propios sentimientos de culpabilidad y establecer un registro adecuado. Esto puede ser un problema muy complejo. Por ejemplo, sólo podría estar en la mente de la spankee que algunos límites predefinidos hayan sido transgredidos, o que ella haya sido sujeta a alguna forma de abuso en el pasado. Algunas veces, la disposición para ser azotada puede ser provocada por un deseo inconsciente de traer esos problemas pasados y tratarlos. En tales casos, un Spanking puede liberar un torrente de sentimientos y emociones extrañas. Ni este artículo, ni yo mismo, estamos preocupados por esos problemas más profundos. Si te sometes, o involucras en un Spanking, para llegar a un acuerdo con estos problemas, es mejor que busques la ayuda de un psicólogo.

 

Los azotes pueden ser usados como un mecanismo correctivo real en un programa de disciplina doméstica. La sociedad ha cambiado significativamente durante los últimos siglos. La relación entre parejas casadas ha cambiado tanto que algunos adultos se sienten fuera de control, ya no son responsables ante nadie. Incrementándose el número de parejas que viven juntas y el creciente número de relaciones del mismo sexo, ¿quién asume el liderazgo en estas situaciones? ¿Quién es dominante? ¿Quién establece los límites? Si te gusta, ¡quién lleva los pantalones! Por ejemplo, supongamos que una pareja se sobrepasa consistentemente en el crédito de la tarjeta de crédito. Una esposa no puede abstenerse de salir de compras, o el marido gasta demasiado cuando sale de noche con sus amigos. En algunos casos, las parejas vuelven a una opción de estilo de vida que lleva los azotes a la relación para restaurar la armonía que tanto se necesita.

 

El tercer caso trata de las personas que son generalmente sumisas o sienten la necesidad de ser dominadas. El mundo moderno pone menos énfasis en el contrato del matrimonio tradicional de “obediencia” a la pareja de uno o ser una esposa sumisa. Los roles masculinos y femeninos han cambiado sustancialmente en los últimos cincuenta años. Algunas mujeres todavía desean ser dominadas y algunos hombres desean a mujeres fuertes (dominantes) para mantenerlos en jaque. El consenso actual sobre la igualdad de oportunidades presenta poco margen para que esas personas satisfagan sus necesidades. Ser sumisas, sin sentir el desprecio o el ridículo de amigos y familiares. Los azotes son algo que las parejas dispuestas pueden hacer juntos para satisfacer las necesidades de dominación o sumisión.

 

Vivimos en una época de lo políticamente correcto, donde los instintos naturales deben ser cuidadosamente controlados en público y donde las soluciones disciplinarias ya no son adecuadas. El mundo laboral también es significativamente más estresante de lo que ha sido en el pasado. Personas en puestos altamente responsables bajo una presión constante para tomar decisiones, son forzadas a asumir el rol dominante. Algunas buscan la escapada para permitirse asumir el rol de sumisa, ser otra persona, incluso durante un periodo corto y un entorno con una pareja en quien poder confiar. Otras necesitan realizar una fantasía dominante. Liberar el estrés acumulado y restaurar el equilibrio emocional a través de un Spanking, puede ser un mecanismo de liberación importante, una válvula de seguridad. Mejor recibir un Spanking que sufrir un ataque al corazón, por ejemplo. Sin embargo, si el problema de estrés es muy agudo, un cambio más permanente de estilo de vida o un trabajo diferente, probablemente, sea una solución mejor a largo plazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario