Muchas mujeres se dan cuenta de
que los Dominantes no las ven como la mujer que quiere ser dominada y sometida.
Ven una imagen exterior de ella y sacan sus conclusiones propias y estereotipadas,
sin incluso, investigarlas. Las introducen en una caja y no creen que puedan
existir fuera de esa ilusión.
No ven la fuerza que tienen para
poseer, y la siguen manteniendo. Ellos no ven que ellas tienen un gran interés
en su corazón. Que algunas no serán honestas y les digan cosas contrarias que
otras sí harán. Unas temen la disciplina, pero a otras, no les importan cómo
las vean la sociedad, dado que tienen su reputación por las nubes. ¿No forma
todo esto parte de la obligación de una sumisa? Los hombres no ven que ellas
quieren ser las mejores personas posibles y es la razón por la que ellas continúan
trayendo problemas a su atención.
Los hombres no ven su
inteligencia, lealtad o entrega. No ven que ellas realzan al hombre a su lado. Ellos
no ven su integridad. Las ven incapaces e indefensas cuando lo contrario es la
verdad.
Tal vez, algún día, un
Dominante la vea por lo que realmente es. Una mujer que desea someterse y
servir a un Amo, de fuerza y convicción.
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